Un día era el cumpleaños de Michael y sus padres le regalaron una bici nueva, pero su hermana Tara se montó y arañó el manillar.
Su padre compró un reloj de cuco. Michael pensó en romperlo para que
le echaran una bronca a su hermana. Lo que no sabía era que cada noche se iba haciendo más y más pequeño hasta que acabó siendo bebé.
le echaran una bronca a su hermana. Lo que no sabía era que cada noche se iba haciendo más y más pequeño hasta que acabó siendo bebé.
Un día fue al salón a poner el cuello bien al cuco y lo consiguió pero por los pelos.